El
deporte del motor en general y del automovilismo en particular es un mundo muy
sacrificado donde el esfuerzo y la ilusión de los niños que comienzan su
carrera es el mejor aliado para lograr su sueño. Éste, junto a una competición
limpia y deportiva es el mejor ‘set up’ posible para que estos pequeños ases del
volante alcancen el primer escalón del podio. Toda una experiencia. Nacho
Pérez, (Castellón de la Plana, 1981) es uno de los mejores pilotos y
profesionales del mundo del Rallye y del karting de la provincia de Castellón y
de la Comunidad Valenciana. En su palmarés cuenta con el título de campeón
castellonense de copilotos y también de pilotos, campeón de la Comunidad
Valenciana de pilotos de Slalom (2005), y Campeón junior de slalom de la
Comunidad Valenciana en 2004.
Desde pequeño
sintió el gusano de la velocidad en la sangre y tuvo clara su vocación. “Empecé
en esto porque quería poner en prácticas mi hobby a través de la competición”,
comenta. Nacho debutó a los 18 años como copiloto de Raúl Adell en Rallyes. Juntos
participaron en distintos campeonatos como el Campeonato provincial de
Castellón, el Campeonato de la Comunidad Valenciana, el Volante RACC, muy
conocido a nivel nacional y el Rallye de la cerámica, carrera de la que nuestro
protagonista guarda mejores recuerdos. “Me siento parte de este Rallye”, afirma
emocionado. Una de las razones que da para practicar este deporte es que
gracias a las personas implicadas a nivel amateur o profesional se “ayuda a reducir los accidentes de tráfico
en la conducción diaria”, algo que siempre es positivo.
Pérez
militó en equipo Rallye Club Costa Azahar, organizador de este famoso torneo
castellonense. Además, es uno de los fundadores de ALM Sport Rallye, el equipo
más importante de Castellón y uno de los mejores de la Comunidad Valenciana. Esos
seis años de copiloto de Adell los compaginó en otras categorías y copilotando
a otros drivers que lo llamaban gracias a los buenos resultados obtenidos. Hace
seis años debutó en el karting, donde ha participado en los diferentes torneos
de la Comunidad Valenciana.

Los
proyectos futuros de este piloto castellonense son competir en los diferentes
campeonatos de karting de la Comunidad Valenciana con motores de 125
centímetros cúbicos y seis velocidades, que tienen el rango más alto de karting
y colaborar con la escuela de conducción Maralba, situada en Castellón. El
objetivo de esta colaboración es “enseñar a conducir bien en la calle y que los
jóvenes aprendan que las locuras están para hacerlas en los circuitos cerrados
y con la máxima seguridad”. Para Pérez, lo importante a la hora de ponerse al
volante es “saber controlarse y dominar la máquina en una situación de
carretera abierta”.
En
referencia a los niños y jóvenes que están empezando en el mundo del motor,
Nacho afirma
que a pesar de
que hace falta mucho dinero, “lo importante es no perder la ilusión y las
ganas, ya que es un deporte muy sacrificado y muy duro”. Los niños de 10 años
entrenan sábados y domingos, más luego entresemana, algo que demuestra su ilusión
y su tremendo espíritu de superación, aliñado con unas ganas infinitas de
llegar a lo más alto en este deporte. “Aquí no hay horas”, afirma el piloto de
Castellón. Es crucial no abandonar sólo por estar cansado y “hacer caso a lo
que les dice la gente con experiencia”.
Al
complicado mundo del motor puede acceder cualquier persona, “ya que es un
deporte abierto”, aunque es indiscutible que depende mucho del dinero que cada
participante puede aportar. “Es necesario un presupuesto mínimo”, confirma Nacho
Pérez, aunque recalca que lo importante son las ganas de los jóvenes.
El
piloto de carreras no debe tener unas cualidades físicas determinadas, a juicio
del castellonense, lo importante es “ser un chico joven”. Los niños deben
seguir disfrutando como tales y los padres y los mecánicos ya se encargarán de
poner a punto el kart. La condición física hay que empezar a tomársela en serio
a partir de los 15 años, cuando ya hay “un futuro por delante y mucho dinero en
juego”, y ya preparar un entrenamiento físico específico. En edades superiores
el kart ya es un mero hobby, en opinión de Pérez.
El
ascender de una categoría a otra no es difícil ya que “está muy bien escalonado
para ir avanzando conforme el niño va creciendo”. Lo importante en este caso es
saber dónde están los límites de cada uno para poder disfrutar de la
conducción, sobre todo en el caso de los pequeños.
Seguridad en los
circuitos
La
seguridad en los circuitos de carreras siempre ha sido un tema polémico, ya que
últimamente se han producido varios accidentes y muertes de pilotos. Aquí en
España, el caso que nos toca más de cerca es el de María de Villota, la piloto
del equipo Marussia de F1 que perdió un ojo el pasado mes de julio en un
terrible accidente en el aeródromo inglés de Duxford. Para Nacho Pérez, la
seguridad en los circuitos es “máxima”.
El
piloto de Castellón forma parte de la Federación Valenciana de automovilismo y es
amigo del presidente de la misma, Manuel Aviñó, también tiene contactos en el
circuito Ricardo Tormo de Cheste y entre los promotores de los campeonatos de
karting de la Comunidad Valenciana. Pérez afirma que esta confianza se debe a
que estas personas “han hecho las cosas bien” durante mucho tiempo. Asegura que
tanto él como sus compañeros se han sentido apoyados por ellos. Estas personas
“se involucran mucho”, y hay “unos reglamentos y unas leyes” que han marcado
las distintas federaciones lideradas por la FIA (Federación Internacional de
Automovilismo) y que les preocupan.

Por
poner un ejemplo, en el Rallye de la Cerámica, uno de los más conocidos de la
provincia de Castellón y de la Comunidad Valenciana, se moviliza hasta un
helicóptero medicalizado y hay una UVI móvil por cada tramo cronometrado y cada
tres kilómetros hay una radio para controlar la situación de cada vehículo. “El
nivel de seguridad que hay en la Comunidad Valenciana es el más alto de España
y eso es buena señal en cuanto a pilotaje y profesionalidad”, asevera Nacho
Pérez.
En
cuanto a las mejoras necesarias en el campo de la seguridad el driver afirma
que con dinero todo es posible, pero “ha de avanzar el tiempo”. Hoy en día los
chavales llevan un HANS como el de F1 para proteger las cervicales y el cuello,
algo “muy importante” en el automovilismo y esto es un claro signo de evolución.
Lamentablemente, afirma Pérez, circunstancias que nadie deseamos pueden hacer
también mejorar la situación.
El
mundo del motor es un mundo sacrificado, donde importa el dinero que el niño,
más bien su
familia, puede
aportar, aunque sin lugar a duda la ilusión en la mirada que tienen estas
jóvenes promesas son una especie de ‘kers’ que consigue milagros sumado al
talento innato del piloto. Puede que como a nuestro Fernando Alonso, muchos
padres hayan tenido que construirle pieza a pieza el coche a su hijo y hayan
dejado muchas cosas de lado para apoyarles en esa aventura, pero al verles en
lo más alto del podio todo se cura y todo se compensa.
Estos
padres coraje consiguen el eterno agradecimiento de sus pequeños y un orgullo
inmenso cuando ven a sus hijos en lo más alto del cajón con su sueño cumplido y
el reconocimiento y afecto de miles de personas. Las horas de sueño perdidas y
los interminables viajes por carretera sin apenas dormir de circuito en
circuito merecen la pena por ver a un niño sonreír. Muy buena suerte y ánimo a
todos esos chavales que luchan cada día por hacer realidad su sueño, y a sus
padres gracias por apoyarlos y dejar que disfrutemos de ellos.