jueves, 14 de marzo de 2013

Pasión por las cuatro ruedas


El deporte del motor en general y del automovilismo en particular es un mundo muy sacrificado donde el esfuerzo y la ilusión de los niños que comienzan su carrera es el mejor aliado para lograr su sueño. Éste, junto a una competición limpia y deportiva es el mejor ‘set up’ posible para que estos pequeños ases del volante alcancen el primer escalón del podio. Toda una experiencia. Nacho Pérez, (Castellón de la Plana, 1981) es uno de los mejores pilotos y profesionales del mundo del Rallye y del karting de la provincia de Castellón y de la Comunidad Valenciana. En su palmarés cuenta con el título de campeón castellonense de copilotos y también de pilotos, campeón de la Comunidad Valenciana de pilotos de Slalom (2005), y Campeón junior de slalom de la Comunidad Valenciana en 2004.
Desde pequeño sintió el gusano de la velocidad en la sangre y tuvo clara su vocación. “Empecé en esto porque quería poner en prácticas mi hobby a través de la competición”, comenta. Nacho debutó a los 18 años como copiloto de Raúl Adell en Rallyes. Juntos participaron en distintos campeonatos como el Campeonato provincial de Castellón, el Campeonato de la Comunidad Valenciana, el Volante RACC, muy conocido a nivel nacional y el Rallye de la cerámica, carrera de la que nuestro protagonista guarda mejores recuerdos. “Me siento parte de este Rallye”, afirma emocionado. Una de las razones que da para practicar este deporte es que gracias a las personas implicadas a nivel amateur o profesional  se “ayuda a reducir los accidentes de tráfico en la conducción diaria”, algo que siempre es positivo.
Pérez militó en equipo Rallye Club Costa Azahar, organizador de este famoso torneo castellonense. Además, es uno de los fundadores de ALM Sport Rallye, el equipo más importante de Castellón y uno de los mejores de la Comunidad Valenciana. Esos seis años de copiloto de Adell los compaginó en otras categorías y copilotando a otros drivers que lo llamaban gracias a los buenos resultados obtenidos. Hace seis años debutó en el karting, donde ha participado en los diferentes torneos de la Comunidad Valenciana.  
Los proyectos futuros de este piloto castellonense son competir en los diferentes campeonatos de karting de la Comunidad Valenciana con motores de 125 centímetros cúbicos y seis velocidades, que tienen el rango más alto de karting y colaborar con la escuela de conducción Maralba, situada en Castellón. El objetivo de esta colaboración es “enseñar a conducir bien en la calle y que los jóvenes aprendan que las locuras están para hacerlas en los circuitos cerrados y con la máxima seguridad”. Para Pérez, lo importante a la hora de ponerse al volante es “saber controlarse y dominar la máquina en una situación de carretera abierta”.
En referencia a los niños y jóvenes que están empezando en el mundo del motor, Nacho afirma que a pesar de que hace falta mucho dinero, “lo importante es no perder la ilusión y las ganas, ya que es un deporte muy sacrificado y muy duro”. Los niños de 10 años entrenan sábados y domingos, más luego entresemana, algo que demuestra su ilusión y su tremendo espíritu de superación, aliñado con unas ganas infinitas de llegar a lo más alto en este deporte. “Aquí no hay horas”, afirma el piloto de Castellón. Es crucial no abandonar sólo por estar cansado y “hacer caso a lo que les dice la gente con experiencia”.
Al complicado mundo del motor puede acceder cualquier persona, “ya que es un deporte abierto”, aunque es indiscutible que depende mucho del dinero que cada participante puede aportar. “Es necesario un presupuesto mínimo”, confirma Nacho Pérez, aunque recalca que lo importante son las ganas de los jóvenes.
El piloto de carreras no debe tener unas cualidades físicas determinadas, a juicio del castellonense, lo importante es “ser un chico joven”. Los niños deben seguir disfrutando como tales y los padres y los mecánicos ya se encargarán de poner a punto el kart. La condición física hay que empezar a tomársela en serio a partir de los 15 años, cuando ya hay “un futuro por delante y mucho dinero en juego”, y ya preparar un entrenamiento físico específico. En edades superiores el kart ya es un mero hobby, en opinión de Pérez. 
El ascender de una categoría a otra no es difícil ya que “está muy bien escalonado para ir avanzando conforme el niño va creciendo”. Lo importante en este caso es saber dónde están los límites de cada uno para poder disfrutar de la conducción, sobre todo en el caso de los pequeños.

Seguridad en los circuitos
La seguridad en los circuitos de carreras siempre ha sido un tema polémico, ya que últimamente se han producido varios accidentes y muertes de pilotos. Aquí en España, el caso que nos toca más de cerca es el de María de Villota, la piloto del equipo Marussia de F1 que perdió un ojo el pasado mes de julio en un terrible accidente en el aeródromo inglés de Duxford. Para Nacho Pérez, la seguridad en los circuitos es “máxima”.
El piloto de Castellón forma parte de la Federación Valenciana de automovilismo y es amigo del presidente de la misma, Manuel Aviñó, también tiene contactos en el circuito Ricardo Tormo de Cheste y entre los promotores de los campeonatos de karting de la Comunidad Valenciana. Pérez afirma que esta confianza se debe a que estas personas “han hecho las cosas bien” durante mucho tiempo. Asegura que tanto él como sus compañeros se han sentido apoyados por ellos. Estas personas “se involucran mucho”, y hay “unos reglamentos y unas leyes” que han marcado las distintas federaciones lideradas por la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) y que les preocupan.
Por poner un ejemplo, en el Rallye de la Cerámica, uno de los más conocidos de la provincia de Castellón y de la Comunidad Valenciana, se moviliza hasta un helicóptero medicalizado y hay una UVI móvil por cada tramo cronometrado y cada tres kilómetros hay una radio para controlar la situación de cada vehículo. “El nivel de seguridad que hay en la Comunidad Valenciana es el más alto de España y eso es buena señal en cuanto a pilotaje y profesionalidad”, asevera Nacho Pérez.
En cuanto a las mejoras necesarias en el campo de la seguridad el driver afirma que con dinero todo es posible, pero “ha de avanzar el tiempo”. Hoy en día los chavales llevan un HANS como el de F1 para proteger las cervicales y el cuello, algo “muy importante” en el automovilismo y esto es un claro signo de evolución. Lamentablemente, afirma Pérez, circunstancias que nadie deseamos pueden hacer también mejorar la situación.
El mundo del motor es un mundo sacrificado, donde importa el dinero que el niño, más bien su familia, puede aportar, aunque sin lugar a duda la ilusión en la mirada que tienen estas jóvenes promesas son una especie de ‘kers’ que consigue milagros sumado al talento innato del piloto. Puede que como a nuestro Fernando Alonso, muchos padres hayan tenido que construirle pieza a pieza el coche a su hijo y hayan dejado muchas cosas de lado para apoyarles en esa aventura, pero al verles en lo más alto del podio todo se cura y todo se compensa.
Estos padres coraje consiguen el eterno agradecimiento de sus pequeños y un orgullo inmenso cuando ven a sus hijos en lo más alto del cajón con su sueño cumplido y el reconocimiento y afecto de miles de personas. Las horas de sueño perdidas y los interminables viajes por carretera sin apenas dormir de circuito en circuito merecen la pena por ver a un niño sonreír. Muy buena suerte y ánimo a todos esos chavales que luchan cada día por hacer realidad su sueño, y a sus padres gracias por apoyarlos y dejar que disfrutemos de ellos. 

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